De coral perlado fueron los ultimos besos que te robé, jugosos y apretados... Dijiste que te gustaron tanto como el último tango que en la cama bailamos.
De rancia y oscura piel los besos que te da, menudo, insulso y sin vida el cuerpo que te ofrece, que dijiste era inerte, no sabe darte más.
Cuántas noches mientras cubras ese cuerpo pequeño, recordarás el perfecto acoplamiento de los nuestros, incansables, descubridores siempre de nuevas proezas, inagotables tras horas de dance, compenetrados hasta el climax final.
Ya lo decías, que no encontrarías otra mujer que te llenara tanto en la cama. Ahora, mientras la amas a ella, no puedes evitar cerrar los ojos y verme a mí en su cara reflejada.
Y es que algunas cosas, sólo pueden vivirse y sentirse con la persona adecuada. Todo lo demás son vanos intentos, sucedáneos que no lograrán nada.
Ya me echas de menos ya....
manilba