Después tomaremos vermut por donde se consensue entre tod@s.
Dejo extracto referente de la web www.zaragoza.es
Hasta el 7 de abril
Símbolo y naturaleza", una muestra antológica del dibujante, pintor y grabador aragonés Hermógenes Pardos, donde los visitantes podrán contemplar su trayectoria creativa a través de 134 obras, realizadas entre 1973 y 2023.
A finales de los años sesenta del pasado siglo, Hermógenes Pardos comenzó su actividad artística como pintor y dibujante, manifestando preferencias figurativas y una clara inclinación por temas y lenguajes cercanos al surrealismo e incorporando elementos simbólicos, que luego han sido una constante en toda su trayectoria. Se muestra en la exposición un conjunto de dibujos y pinturas, datados en los setenta en Zaragoza y Barcelona, a los que se han añadido algunos más recientes.
A partir de la segunda mitad de los ochenta (ya instalado en Madrid desde 1986), y mientras comienza a practicar distintas técnicas de grabado, su pintura deriva hacia temas cercanos a cierto simbolismo de connotaciones líricas y perfil mitológico, donde la naturaleza desempeña un protagonismo principal, que se afianzará a lo largo de las dos décadas siguientes, aproximándose incluso al territorio de la abstracción.
La dedicación del artista al grabado ha sido fundamental desde mitad de los ochenta y hasta estos momentos, disciplina con la que ha cultivado las principales técnicas calcográficas, basándose siempre en su experiencia como dibujante y frecuentando temáticas similares a las de su pintura, con notable protagonismo de la figura humana, y utilizando sobre todo la manera negra, recurso técnico cuyo asombroso dominio le ha convertido en uno de los más destacados maestros del grabado aragonés contemporáneo.
Hermógenes Pardos regresa definitivamente a Zaragoza en 2011 y es cuando el paisaje exterior toma fuerza en su universo creativo, con pinturas en torno a un paisajismo de puntos de vista singulares, de color y luz que gira en torno a la temática fluvial y más concretamente al ámbito urbano del río Ebro. Esta etapa está representada con una decena de pinturas que, al final del recorrido, pueden resultar sorprendentes en sus temas y su ejecución, pero que siguen siendo perfectamente fieles al espíritu y al discurso expresivo del artista, tan inquieto y activo como siempre.