Lo que el salvaje que con torpe mano
hace de un tronco a su capricho un dios
y luego ante su obra se arrodilla,
eso hicimos tĆŗ y yo.
Dimos formas reales a un fantasma,
de mente ridĆcula invenciĆ³n
y hecho el Ćdolo ya, sacrificamos
en su altar nuestro amor.
G. A. BĆ©cquer
P.D. ; AlegrĆa de vivir.